El día comenzó
un poco de la hora lectiva, cuando solté mis cosas en el aula y preparé el aula
para dar clases. Después junto con las maestras fui a recibir a los alumnos. En
este momento destaco la falta de uno de ellos. Al sonar la campana llevamos a los
alumnos al aula de usos múltiples donde trabajamos la conciencia fonológica a
través de un cuento (visualizado tanto en libro como en la pantalla digital)
"El chico Chivón" tratando dicho cuento sobre la "ch". En
este cuento se le realizan preguntas de comprensión así como entrenar con
palabras que contengan "ch. Los alumnos en general estaban atentos. Aunque
algunos de ellos no participaban y otros como nuestra alumna bilingüe o nuestro
alumno con bajo nivel educativo tienen problemas tanto en pronunciación como en
comprensión del significado de las palabras.
Después los
alumnos subieron al aula donde se realizó la asamblea con nuestro alumno con
dificultades educativas. Donde pude ver fallos en el habla y en conceptos
básicos como el orden y reconocimiento de los números o los días de la semana.
Además en la asamblea se enseñó y habló sobre los gusanos de seda. Cuando llegó
la profesora de religión los alumnos que no dan esta clase se fueron con la
tutora profesional y los demás alumnos junto con la clase de cuatro años si que
asistieron. En esta ocasión la maestra habló un poco sobre la semana santa e
hizo tres grupos a los que les repartió un gran dibujo de un nazareno que
pudieron colorear con pinturas y pinceles. Durante la pintura una de las
alumnas se enfadó y se puso a llorar porque no quería pintar con los demás.
Intenté hablar con ella y hacerle entender que hay que compartir. Ante la
negativa dejé que se tranquilizara y la maestra le permitió dibujar sola.
Cuando acabo
la clase de religión los alumnos de cuatro años se fueron a su respectiva clase
y los alumnos sacaron su comida. De nuevo uno de los alumnos que tiene
problemas a la hora de la comida le cambie el zumo ya que el que trae no le
gusta. Otra alumna me dijo que no se quería comer su bocadillo, le pregunté si
era por la mantequilla ( ya me había comentado anteriormente que odia la
mantequilla) y la maestra se la quitó del pan. En este momento además dos
alumnos discutieron sobre el origen de un superhéroe (Flash) de forma
acalorada. En un inicio dejé que lo intentaran resolver solos pero ante la
inminente pelea les propuse que yo me informaría del tema y veríamos quien tenía
razón sin enfadarnos.
Después del
recreo los alumnos hicieron un poco de relajación. Y luego se hizo una asamblea
donde zanjamos el tema de "Flash" ya que ambos alumnos tenían parte
de razón. Por otro lado durante el recreo tres niños de la clase se
pelearon (dos de ellos le pegaron a otro). Y se trató el tema además de
advertirles que cuando la profesora les diga que vengan durante una pelea para
hablar los alumnos deben obedecer y no chillar nunca. Tras ello, la maestra
explicó algunas fichas sobre la primavera, contó un breve cuento, una poesía
que los alumnos repitieron y una canción.
Luego,
expliqué mi actividad "La maleta mágica" donde los alumnos pudieron
clasificar ropa, reforzar conceptos como: su utilidad medios de transporte,
colores y nombres (en inglés) conocer nuevos objetos y su utilidad
(prismáticos, cámara instantánea, pasaporte...) también compararon tamaños
(zapatillas, ropa de adulto) usaron nuevas tecnologías (cámara digital).
Mostraron mucha atención en general, curiosidad y participación.
Tras la
actividad los alumnos podían jugar a lo que quisieran hasta que fue la hora,
momento en el que cogieron sus mochilas y chaquetas y fuimos bajando para que
las monitoras del comedor los recogiera. Durante la bajada con las escaleras
dos alumnas querían coger mi mano y asentí pero una de ellas empezó a quejarse
y a protestar (incluso se tiró en el suelo) porque no quería que la otra alumna
me cogiera de la mano. Hablé con ella y le dije que no se puede ser caprichosa
y que yo los quiero a todos por igual. Le dije que si quería venir estaba más
que contenta pero que no iba a hacer lo que ella quisiera. Al despedirme de
ambas me dieron un beso aunque la que se enfadó con cara de pocos amigos.
Quejándose de nuevo y diciendo que quería irse a casa.
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