lunes, 20 de febrero de 2017

Un gran comienzo con una pequeña clase.

El comienzo de la jornada empezó algo antes de la hora de entrada de los alumnos, sobre las 8:50. En la entrada la directora del centro me recibió y acompañó al despacho donde hablamos y arreglamos los papeles pertinentes para mis prácticas en el centro. 

Después, amablemente me presentó a las maestras de educación infantil y algunas de primaria, siendo todas fueron muy agradables en el trato. No tenía problema alguno a la hora de escoger la edad de los alumnos con los que iba a trabajar, pero finalmente me decidí por la clase de 5 a 6 años. 

Antes de iniciar las clases se puso en práctica una actividad en la que participaban todos los alumnos y maestros del centro. La actividad propuesta llamada "Tajin y Chikung" consistían en unos ejercicios de coordinación, concentración, relajación y respiración donde se buscaba no solo trabajar aspectos físicos sino también mentales y emocionales. La participación de alumnos y maestros era absoluta y me dejó gratamente sorprendida. 

Después fuimos al aula de usos múltiples donde la tutora de prácticas me presentó y conocí a cada uno de los alumnos. Un total de diez alumnos, donde al contrario de lo que pueden pensar otras personas, se me antojo como una buena oportunidad de aprender a trabajar en grupos reducidos.

En el aula se utilizó la pantalla digital para trabajar las consonantes especialmente "ll" y "y". El método utilizado era de preguntas y respuestas individuales, donde los alumnos debían reconocer las letras señaladas y decir el nombre de las mismas. Tras este ejercicio, la maestra contó un cuento "Los payasos Yiyo y Yayo" donde no solo se continuaba trabajando dicha letra "y" sino que, también se trabajaba la comprensión y la memoria a través de diversas preguntas. 



Posteriormente, subimos al aula y hicimos una asamblea donde los alumnos pudieron hablar sobre el fin de semana. Trabajando así, el lenguaje, la organización del tiempo, aspectos emocionales sobre temas que les preocupaban y resolver algunos pequeños conflictos que habían tenido los alumnos. Siendo la palabra clave de esta aula el diálogo.

En la misma asamblea el alumno nombrado como"encargado del día" trabajo diversos aspectos como: el tiempo que hacía, los alumnos que había, el día de la semana en el que estábamos, etc. Todo ello se trabajaba de forma global, enlazando hechos y utilizándolos como punto de referencia para que los niños razonen y reflexionen.Introduciendo además el uso del inglés, ya que este centro es biligüe. 


Tras la asamblea, los alumnos recibieron clase de religión con otra maestra. Donde colorearon, cantaron y trabajaron valores fundamentales como la amistad, la familia, la importancia de compartir y ayudar. Durante la clase presencié una pequeña rabieta de uno de los alumnos, la maestra le animó a participar pero ante la negativa decidió aplicar un "tiempo fuera" en mi opinión adecuadamente, posteriormente el alumno se calmó. 

Al finalizar la clase de religión los alumnos tomaron el desayuno, donde descubrí que algunos de los alumnos, concretamente tres, venían de familias desfavorecidas y el colegio les proporciona la comida. Después los niños fueron al recreo, que esta separado del recreo de los niños de primaria. Contando con una zona de juegos (tobogán, castillo...) y zonas ajardinadas. Al sonar la campana subimos con los niños al aula, donde la maestra explicó dos fichas sobre la letra "y" y sobre "Egipto" tema que se estaba trabajando, contando además otro cuento de la "y" a modo de recordatorio.



Mientras yo les ayudaba con las fichas la maestra llamaba alumno a alumno a su mesa para practicar la lectura. El ambiente de trabajo era agradable con alguna puntual subida de tono de los alumnos propia de la edad. Aprovechando dicho ambiente decidí sentarme junto al alumno que había tenido hasta el momento dos rabietas, para trabajar sus enfados a través de una comunicación distendida, y por supuesto lazos de confianza entre maestra y alumnos.


La maestra daba flexibilidad en la forma de colorear las fichas (colores, rotuladores, pintura...). Al finalizar la tarea los alumnos pueden  ir a jugar libremente a lo que ellos elijan. Esto supuso un punto interesante de observación ya que pude ver que alumnos prefieren jugar individualmente, los que no saben compartir, o los tipos de construcción que realizan con las piezas. Mientras, mi tutora profesional me oriento y explicó la programación que se estaba trabajando. 

Para finalizar el día, los alumnos recogieron por sí mismos los juguetes se lavaron las manos, cogieron sus cosas  demostrando así una gran autonomía. Después los recogió una monitora para ir al comedor a excepción de una alumna que fue recogida por su madre.

Lo más significativo del día: 
  • Uso del diálogo para la resolución de conflictos y como forma de ampliar y mejorar el lenguaje.
  • Flexibilidad en la forma de trabajar, dejando libertad de decisión a los alumnos.
  • Práctica bilingüe activa.
  • Uso de recursos y técnicas para el aprendizaje educativo de los alumnos. 
  • Orientación en la formación docente.
  • Trabajo coordinado entre las maestras del centro. 


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